Hoy os traemos un libro que todos tenéis que leer: un libro que deberíamos encontrar en los colegios y que nos ayudará a abordar un tema tan importante como es el acoso escolar.

Muchas veces cuando queremos tratar un tema con nuestros peques porque les ha sucedido algo en clase, o con los amigos... recurrimos a un libro donde expliquen esa vivencia (aunque los protagonistas sean animales), pero donde el niño se pueda sentir identificado con el personaje y pueda superar así el "problema".

¿Por qué no evitamos esto teniendo libros que traten de diferentes situaciones y "problemas" antes de que ocurran para que el niño así sepa cómo abordarlo o cómo intentar superar ese "miedo" o "problema"?
Bien podemos referirnos al miedo a los fantasmas o a la oscuridad, los celos o los malos comportamientos o llevado un poco al extremo al acoso escolar.

El libro está basado en una experiencia personal que vivió la autora y esta historia debería servirnos a todos para poder abordar después el tema del acoso y poder tratarlo con nuestros hijos, en clase si somos profesores, o incluso para conocerlo y poder evitarlo.

Hugo tiene 4 añitos y es alegre, solo piensa en correr, saltar, jugar... como cualquier niño de su edad. Básicamente solo piensa en ser feliz haciendo las cosas que le gustan. Además comparte con su mamá el gusto por la cocina y le ayuda preparando deliciosas recetas y elaborando los platos más ricos.

Una mañana, Hugo se desperta y decide que ya no quiere ir nunca más al colegio.

Seguro que si tenéis hijos o recordáis vuestra época de colegio, algún día os habéis levantado sin ganas de ir, pero eso no era lo que le pasaba a Hugo y su mamá lo notó a la primera de cambio.

No le dolía la cabeza, no se encontraba mal, pero había algo en su expresión que le hacía pensar que su hijo estaba sufriendo por algo más importante.

Su madre hizo lo que sólo saben hacer nuestras mamis (o papis), dar un abrazo de esos de oso, que lo curan casi todo y fue así como Hugo se sinceró con ella y puso en orden los sentimientos que llevaban días atormentándolo.

La solución que se le ocurrió a su madre fue crear una receta, como tantas otras veces, la diferencia es que esta vez sería mágica.

Así, aprovechando ese momento que disfrutaban juntos en la cocina creando mil platos, elaboraron el que iba a ser el más especial de todos. Eso sí, la receta necesitaba de kilos de paciencia y amor. No iba a ser una tarea fácil pero seguro que con cariño y diálogo iban a conseguirlo juntos.

Por otro lado, la madre de Hugo acudió al colegio para comentar el problema con la maestra, ya que iba a ser una pieza clave. Había que trabajar en clase valores como la amistad, el agradecimiento, la humildad... pero sobre todo la tolerancia.

Tenemos que ser conscientes de que estas cosas pueden suceder en nuestra clase (si somos maestros) o en nuestro entorno y deberíamos tener recursos para saber afrontar la situación. 

Creemos que el libro necesita de una explicación posterior. No podemos leer la historia sin más, sobre todo si vamos a contárselo a niños pequeños.

Vemos en esta historia la oportunidad para hablar con nuestros peques y conocer más acerca de sus sentimientos. Qué cosas les molestan, qué opiniones tienen de los demás... y con esto ser capaces de encaminar su actitud en estas situaciones.

La historia nos sirve para prevenir el acoso y enseñar que hay que ser respetuosos con los demás, pero deberemos hacer hincapié en que podemos "censurar" las actitudes de otros compañeros, si son ellos quienes actúan de un modo irrespetuoso.